Al nacer un hijo también nace una madre.
Ten presente que no solo eres mamá, esposa, hermana, hija y amiga, también eres mujer, por lo tanto necesitas verte y sentirte plena con las emociones en tu cuerpo y tu reflejo en el espejo, pues no hay nada peor que sentir que piezas dentro de ti no encajan como debe ser.
Por ello, llega un momento en el que empiezas a pensar de qué forma poder ser la mejor versión de ti misma y convertirte en el ejemplo que quieres que tus hijos sigan.
No hay curso o carrera universitaria que te enseñe cómo ser una buena madre, es algo que se aprende cada día con las vivencias y ocurrencias de tus hijos, y es ahí cuando te das cuenta que tu hijo se vuelve tu gran maestro.
Es importante que tengas presente que ser madre no debe ser un obstáculo para alcanzar el éxito profesional o educativo, al contrario, debe ser un estímulo para salir adelante. Hoy en día ser una madre y ejercer una carrera profesional exitosa o estudiar esa carrera que tanto sueñas, es posible con la correcta distribución de las actividades y una buena organización del tiempo.
Si quieres terminar tus estudios ¡Hazlo!
Si quieres optar por un cargo profesional ¡Postúlate!
Si quieres empezar a cuidar tu piel ¡Adelante!
Debemos tener presente que también somos importante, y que no podemos cuidar de nuestra familia si no cuidamos de nosotras mismas.
En tus manos corre la fuerza para cambiar el mundo, y la mejor manera de hacerlo es empezar por ti.
¡Ámate mujer, lo mereces!
